jueves, 15 de abril de 2010

Visita al Museo de la Merced

Hoy hemos ido con los alumnos de 3º a 6º al Museo de la Merced para ver algunas obras del escultor manchego José Luis Sánchez. Allí hemos podido conocer quién es este autor de nuestra tierra, saber un poco de su vida, y sobre todo hemos aprendido a apreciar su obra. Una monitora muy amable nos ha enseñado a ver más allá de las figuras representadas, hemos comprobado cómo el autor juega tanto con los materiales utilizados como con la imaginación y el equilibrio; así, hemos visto cómo materiales poco usuales en escultura “nos daban el pego”, y figuras que parecían de yeso eran de resina, otras que parecían de metal eran de cartón, y las más grandes que creíamos de hierro son de acero oxidado. Verdaderamente estamos poco acostumbrados a ver escultura abstracta y a profundizar en lo que el autor nos quiere decir, y nuestros alumnos, conducidos pasito a paso por Nuria, han sabido ver en muchos casos lo que el escultor quería representar. Nos han sorprendido las figuras gigantes construidas en acero oxidado que estaban en el exterior y hemos comprendido cómo se puede representar un caballo con imaginación. Nos han gustado esculturas como la Anunciación, la Virgen con Jesús caído, una escultura que representa las manos abiertas con una paloma de la paz, y de doble simbología de la puerta del vino.

Después nuestros alumnos han sido los protagonistas, y con el material adecuado han construido cada uno su propia escultura emulando al autor manchego, y tengo que decir que algunas han quedado muy chulas.

Nos ha encantado una actividad que ha sido a la vez lúdica e ilustrativa, nos ha gustado acercarnos a un autor reconocido en todo el mundo y que nuestros alumnos desconocían. Ayudados por la monitora hemos aprendido a valorar la escultura moderna y a verla con otros ojos. Pero sobre todo, nos gusta ver a nuestros alumnos disfrutar fuera de su entorno cotidiano, de ese círculo vicioso que les hace encerrarse en su barrio y que no les permite conocer todo lo que pasa a su alrededor. Mis compañeros y yo estamos de acuerdo en que actividades como ésta ayudan a nuestros alumnos a aprender a comportarse fuera de su medio, conocer cosas nuevas y salir de la rutina diaria.


jueves, 8 de abril de 2010

COMENZAMOS EL TERCER TRIMESTRE

Seguro que muchos maestros y maestras que como yo están impartiendo clase en 6º curso de Educación Primaria, cuando llega el último trimestre nos angustiamos: ¡Todo lo que me queda por dar!, sobre todo en esa materia que es un pozo sin fondo, sí, me refiero al Conocimiento del Medio. ¿Estarán mis alumnos preparados para el instituto? ¿Notarán mucho el cambio?...


Ahora poneos en mi caso, la pregunta que yo me hago es ¿qué futuro les espera a mis alumnos? Me consta que algunos de ellos ni siquiera van a pisar el instituto, y si lo hacen, al segundo día por una causa u otra van a estar fuera (tenemos casos de alumnos del curso pasado que vemos más nosotros que sus propios profesores). Y aquellos en los que hemos puesto nuestra confianza, ¿van a aguantar el cambio?... creo que no. La Educación Secundaria por muy obligatoria que sea no está preparada para recibir alumnos como los nuestros.

Llamas a los padres, les conciencias del paso que van a dar sus hijos, les explicas lo importante que es que continúen sus estudios (ya no solo por la obligatoriedad, eso a ellos les trae al fresco, lo malo es que ocurre lo mismo con otros estamentos que deberían estar comprometidos en su escolarización), pero notas que aunque te dan la razón tienen asumido su “futuro”.

Ellos mismos no quieren irse de la escuela, en los años que han estado con nosotros han aprendido a llevar un ritmo de trabajo que desde luego no es el que se les va a exigir el curso próximo, sobre todo en esas tareas que tienen que hacer en casa ¡Dios mío, si muchos de ellos no tienen ni bolígrafo en sus casas! Entonces, para darles confianza soñamos un poco: Para cada uno de ellos ya tengo pensado una profesión, tú deberías hacer un módulo de comercio, así no estarás de pueblo en pueblo en los mercadillos como tu padre con el puesto de zapatillas, y podrás trabajar en un comercio, con tu traje, como un señor. Tú harás un módulo de mecánica porque te gustan mucho los coches y arreglarás los de la gente del barrio, pero cobrando, que para eso tu compañero te llevará la contabilidad que se le dan bien las matemáticas, tú puedes aprender peluquería… y mientras hablo sé que todo eso es una utopía, que en cuanto salgan del colegio el barrio les absorbe y no ven más allá de sus narices, sé que esto que les propongo supone un esfuerzo para el que no tienen medios ni apoyos… pero miro sus caras y veo cómo se imaginan lo que les estoy diciendo, y por un momento ellos y yo nos sentimos capaces de todo.